4 de marzo de 2011

UN DIA


Ya no hay miedos, ni dudas. Ya es seguro. Queda un día y puedo gritarlo bien alto, porque me ha costado lágrimas, estrés, cabreos, frustraciones, ganas de dejarlo todo, taquicardias, pastillas y manzanillas conseguirlo. Y sí, ME VOY. Para estar con él.
Me da igual pasarme seis horas metidas en un coche recorriendo una carretera que parece no terminar nunca, porque como recompensa le veré, y hasta desayunaré con él.
Sólo queda un día de clase y hacer la maleta, después, a empezar a recorrer el mapa.
Porque hay una razón a 463 km para ser feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario