30 de enero de 2011

No soy nadie en especial. Soy alguien que vive los momentos y que se pasa recordándolos eternidades, con el fallido intento de revivirlo todo otra vez.
Intento apreciar todos los detalles de la vida y aprovechar todas las oportunidades que me vayan apareciendo, por eso mi lista de malos momentos es demasiado larga. Aún así, me gusta exprimir la vida lo máximo posible.
Hay situaciones extrañas en las que lloro sin razón, como ahora. Otras lloro de felicidad. La bipolaridad juega un papel importante en mí.
Echo de menos siempre, sea cual sea la hora, el lugar o mi estado de ánimo. Tiendo a preocuparme mucho por mi futuro, y por lo que pueda pasar.  Siempre que estoy triste pretendo disimularlo con un bostezo y un "que cansancio..." cuando me miran, prefiriendo parecer una vaga a dejar ver una horrible mueca pretendiendo que estoy feliz. Pero ya no funciona, todos saben cuando estoy mal y cuando estoy bien...seguramente sea demasiado predecible.
Igual que cuando me dibujo una sonrisa en la cara para aparentar que ningún comentario "constructivo" acerca de mí o de mi físico me afecta, aunque me destroce por dentro. Los bajones de autoestima son seña de mi identidad.
Y sí, es verdad, puede que no sea perfecta, y tampoco lo pretendo. Sólo quiero ser como soy, como YO quiero ser, no como los demás quieren hacerme...y llevar a cabo lo que a mi me venga en gana sin tener miedo a desprecios.
Muchas veces me dan ganas de tirarlo todo por la borda, pero no merece la pena, ya que hay varias cosas por las que luchar en mi vida.
Aunque tenga que esperar años.

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